La gastronomía de Menorca, rodeada de mar y hecha de mar

Sin duda navegar por Menorca es un lujo, pero navegar por su gastronomía también lo es.

 

Menorca, la isla más oriental de las Baleares ha sufrido varias dominaciones, dominaciones que han dejado su huella, en la cultura, la lengua, sus gentes y ¿cómo no? En su gastronomía.

 

Si algo debes hacer en Mahón es ir de excursión en barco por su maravilloso puerto, el 2º puerto natural más grande del mundo y 1º de Europa.

 

Descubrir sus islotes, calas y puertos es una experiencia inolvidable, su dilatada y peculiar historia te encantará.

 

Después te recomendamos explorar su gastronomía, en Mahón y en su puerto encontrarás una gran oferta gastronómica con gran número de restaurantes que te ofrecerán tanto los platos más tradicionales como las recetas más sofisticadas.

Es una buena opción después de ir de excursión en barco por el puerto de Mahón quedarte a descubrir alguno de sus reconocidos restaurantes.

 

En ellos encontrarás platos tradicionales como la famosa caldereta de langosta y en cada uno de ellos descubrirás pequeñas diferencias en la elaboración que le dan el toque personal de cada restaurante.

 

También hay otros platos tradicionales como el famoso “oliaigu” una sopa de tomate que suele ir acompañado de higos y que hará las delicias de tu paladar.

 

Gran número de restaurantes del puerto de Mahón se dedican también a la elaboración de pescados locales que siempre provienen y que van directos del mar al plato.

 

Si lo que prefieres es explorar las creaciones de los diferentes chefs de los restaurantes más modernos del puerto de Mahón o del centro de la ciudad también encontrarás una gran oferta a sólo dos pasos del amarre de nuestro barco el Don Joan Catamarán.

 

Situado en el mismo centro de Mahón, está a sólo dos pasos del ascensor que da acceso al corazón de nuestra ciudad, desde allí podrás callejear entra casas de marcado estilo británico, plazas peatonales y tranquilas o descubrir el Mercado del Carmen.

 

Desde este mercado, paseando tranquilamente accederás a gran número de restaurantes con variada oferta que suelen centrarse en el producto local y alguno de ellos con recetas tradicionales menorquinas.

 

La pastelería de Menorca también es muy peculiar y especialmente atractiva para los más golosos, el merengue es la estrella y con él elaboran pasteles deliciosos.

Si por el contrario eres más de lo salado los “rubiols”, “formatjades o “flaons te encantarán, de atún, verduras o carne son deliciosos.

 

Una buena opción es ir de excursión en barco por el puerto de Mahón, para después quedarse y sin mover el coche del parking cercano al Don Joan Catamarán subir al centro y explorar sus tiendas, comercios y restaurantes, para tomarse algo en alguna de sus terrazas rodeadas de edificios históricos.

 

Con el Don Joan Catamarán recorremos el puerto de Mahón todos los días excepto los domingos, desde él comprenderás los porqués de la su dilatada historia y porqué las grandes potencias del S XVIII se interesaron por sus tranquilas y seguras aguas.

 

Potencias que dejaron anécdotas historia y leyendas como la famosa historia de la creación de la salsa Mahonesa, durante el asedio al Castillo de San Felipe por parte de la corona española estando Menorca bajo dominación francesa.

Cuenta la historia que durante dicho asedio ante la falta de alimentos el cocinero del almirante Richelieu, que no el del cardenal, ante la falta de suministros elaboró una salsa compuesta de huevos, aceite y sala para agasajar al almirante.

 

Así que ya sabes si la quieres probar, pide salsa mahonesa y no mayonesa.

 

Sin duda es la estrella y la receta más internacional que se cree nació en Menorca.

 

A veces historiadores refutados relacionan su origen con el “moretum” una pasta compuesta de productos de cada región que utilizaban los legionarios romanos para untar en el pan para el desayuno, otras modalidades como el pesto, la salsa romesco y otras también tendrían su origen en el “moretum”.

 

En cualquier caso su origen seguiría estando en Menorca y el cocinero de Richelieu se la habría intentado apropiar.

 

En fin, ya sólo queda esperaros a bordo para disfrutar juntos de un rato de mar.

¡Os esperamos!