Por todos es conocido el romanticismo que emiten y desprenden los faros, en Menorca disponemos de 7 maravillosos faros que proporcionan seguridad a los numerosos navegantes que arriban a nuestras costas.
El origen de la palabra faro se remonta al más antiguo faro conocido, el famoso faro de Alejandría, construido en el 650 a.c frente a la desembocadura del río Nilo en la pequeña isla de Pharos.
Este faro con el nombre de Sigea se cree ha dado nombre a los demás faros del mundo.
La construcción de estos bellos edificios empezó a ser necesaria fruto del creciente comercio marítimo del Mediterráneo además del afán descubridor de las distintas culturas del Mare Nostrum.
Los navegantes de aquellos tiempos se dieron cuenta de la importancia de tener luces que desde la costa y ubicadas en sitios elevados pudieran ayudarles a identificar el lugar al que querían llegar o volver durante la noche, con niebla o simplemente durante el día.
Empezaron con hogueras en lugares elevados que alimentadas día y noche les daban pistas de donde se encontraban.
Más adelante empezó la construcción de edificios elevados especialmente destinados a avisar a los marinos de los peligros y así llegar a los de hoy en día.
Para ser identificables cada uno de ellos oculta su luz y está decorado de diferente manera para crear un código específico que le da una personalidad propia que marinos y navegantes pueden identificar.
Estos códigos los recopila y proporciona el Instituto Hidrográfico de la Marina a todo marino que lo precise.
En Menorca tenemos 7 faros, 7 bellos edificios de estilizada construcción que a lo largo de los siglos han proporcionado ayuda a navegantes para llegar a buen puerto, 4 en la costa norte y 3 en la sur.
Ubicados en los lugares más peligrosos de la isla de Menorca para advertir a transeuntes y pescadores de los cabos, accesos a puertos y ensenadas.
Al norte, el de Cavalleria está situado sobre unos de los acantilados más altos de Menorca un lugar que ha sido testigo de cerca de 700 naufragio, además dispone de un interesante centro de interpretación. No muy lejos el más joven de nuestros faros, el de Favàritx, fué inaugurado en 1922 en un cabo testigo del naufragio del buque General Chancy.
Acercándonos a Mahón, en la orilla sur del puerto de Mahón una pequeño faro sustituye al otrora faro de Mahón que fue derruido para facilitar el trabajo de la defensa del puerto de Mahón al ejército. A menos de 5 millas hacia el sur nos encontramos el de la isla del Aire, un majestuoso edificio situado en el islote más famoso de Menorca donde habitan exóticas lagartijas negras, endémicas y únicas en el mundo.
Recorriendo toda la costa sur llegaremos al bonito faro de Artrutx que bordeamos cada día con el Fiesta Rojo, nuestro barco, camino de las calas vírgenes más bellas de Menorca. Teniendo una perspectiva privilegiada de tan bonito edificio, más adelante ya en el puerto de Ciutadella, desde donde parte el Fiesta Rojo encontraremos Sa Farola en la orilla norte del puerto que podrás visitar dando un agradable paseo desde el amarre del Fiesta Rojo.
Al salir y entrar a puerto nos saluda e ilumina durante toda la temporada de verano.
Y para acabar el bello faro de Punta Nati en el extremo noroeste de Menorca uno de los mejores lugares para contemplar Mallorca o el Sunset Menorquín viendo como el Sol se pone tras la isla vecina.
El Fiesta Rojo surca cada día incansable la costa sur de Menorca desde Ciutadella pasando bajo Sa Farola al salir de su bonito puerto de y doblando unas millas más al sur el cabo de Artrutx que da nombre a su majestuoso faro, para después recalar en las calas de Son Saura, cala'n Turqueta pasando por Macarella y Macarelleta para después bordear los bellos acantilados blancos del sur de Menorca.
Esperamos que este pequeño artículo os ayude a conocer un poco más los códigos del mar y cómo los faros han sido guía y ayuda para marinos y navegantes de todos los tiempos.
Por nuestra parte sólo nos queda invitaros a navegar con nosotros y descubrir el mar de Menorca y animaros a recorrer nuestra isla en busca de sus 7 faros… y sus calas vírgenes.
¡Os esperamos a bordo!