Menorca y sus playas vírgenes no te dejarán indiferente.
Menorca tiene un sinfín de playas vírgenes que te encantarán.
La isla más oriental de las Baleares esconde un sinfín de playas denominadas vírgenes por estar conservadas en estado natural, sin edificaciones, con caminos que dan un difícil acceso por tierra y ser enclaves donde se respira naturaleza salvaje.
Estas calas casi siempre están escondidas y su visita a veces requiere un paseo a pie por bosques y caminos que te encantarán pero a muchas de ellas es mejor acceder por mar y fondear para disfrutar de sus aguas cristalinas con una perspectiva diferente. Desde el mar aprecias la inmensidad de los bosques que las rodean y entiendes mejor el porqué de denominarlas vírgenes.
El Camí de Cavalls da acceso a un sinfín de rincones y calas que muchas veces requieren una buena forma física para legar a ellas y ahí es donde entra en juego nuestro barco el Fiesta Rojo, un barco tradicional, de madera, como eran antes los barcos que cada día sin falta parte desde el bello puerto de Ciutadella de Menorca para surcar el mar junto a la costa y los acantilados de la costa sur de Ciutadella para recalar en tres de las más bellas de nuestras calas.
Primero fondeamos en Son Saura una cala abierta al mar y hacia el sur con unas arenas blancas y aguas cristalinas que no te dejarán indiferente, nadaremos y contemplaremos la naturaleza en toda su grandeza para después poner rumbo a Cala’n Turqueta donde tras una maniobra magistral de nuestra experimentada tripulación degustaremos una paella al borde del mar.
Nuestros tripulantes son buenos conocedores del mar y de Menorca, siempre podrán contaros alguna que otra anécdota curiosa de Menorca, del mar, de Ciutadella. Cala’n Turqueta es una de las calas vírgenes más bellas de Menorca, flanqueada por bosques de pinos que desprenden un olor encantador está formada por dos pequeños arenales rodeados de pinos y lo que aquí llamamos “marina”. Sus árboles se descuelgan hacia el mar proporcionando unas sombras de lujo.
En Cala’n Turqueta podremos ver una de las tradicionales “cases de borera” de Menorca donde antaño pescadores y veraneantes locales iban a pasar sus días de descanso o simplemente unas de pesca con los amigos. Veréis como antiguamente se tallaban rampas en la roca caliza para poder echar al mar los pequeños botes que utilizaban para ir de pesca. Actualmente esta casa pertenece a alguna familia de la isla que disfruta de ella como antaño, de lugar de reunión y descanso.
Muchas de las playas vírgenes de Menorca estuvieron expuestas a la vorágine del turismo, cuando todo valía, pero la perseverancia del pueblo menorquín y su amor por la tierra consiguieron que estas playas en la actualidad sean aún un reducto de naturaleza, eso y la histórica dificultad de acceso a tan bellos parajes. Actualmente el Camí de Cavalls da acceso a lugares que antaño tenían sólo acceso por mar ya que el acceso por tierra era a través de propiedades privadas no siempre era posible.
La costa sur esta plagada de acantilados casi blancos de caliza que junto con las grandes praderas de posidonia que rodean Menorca alimentan nuestras playas de arenas blancas, arenas que a su vez dan el bello color turquesa a los fondos marinos de nuestra costa. No es mala idea traer máscara y tubo para poder explorar el fondo marino y ver como los peces a veces tímidos y otras no tanto disfrutan de las aguas de la Reserva de la Biosfera.
Porque Menorca es Reserva de la Biosfera desde 1993, cuando la UNESCO otorgó dicho galardón a nuestra isla por su equilibrio casi perfecto entre actividad humana y naturaleza, el mar, los bosques, la vida agrícola y ganadera de la isla son un patrimonio a conservar celosamente.
Más tarde levaremos anclas y pondremos rumbo a Macarella y Macarelleta una de las joyas de la corona de Menorca, para completar nuestra excursión en barco no hay lugar mejor, sus acantilados blancos con pinos estratégicamente colocados son una estampa difícil de olvidar. Ya desde allí pondremos rumbo a Ciutadella recorriendo de nuevo la costa sur con rumbo oeste al faro de Artrutx en el cabo del mismo nombre, cabo que doblaremos y desde el cual en días de buen tiempo podremos entrever la costa de nuestra isla vecina Mallorca, adivinaremos la silueta y contornos de los puntos más elevados y cercanos de la serra de Tramuntana.
¿Qué me dices?¿Te apuntas a nuestra excursión en barco para descubrir tan bellos rincones?